¿Es cierto que se tiende a añorar el hogar? Si decimos esa palabra, cada uno piensa en algo distinto: una casa, una comida, una canción… Pero, casi siempre, la nostalgia acompaña a este concepto. De algo que nos formó como personas y que echamos de menos de vez en cuando.
Música que echa raíces
Esta sensación ha inspirado claramente a la banda protagonista del sexto episodio de Acordes Rurales: El Nido. En uno de los temas que interpretan en el programa, Cielos, se habla claramente de esta perspectiva, de cómo necesitamos, en nuestro día a día, no olvidar lo que fuimos.
Las raíces del pasado que forman su música hacen que hablen de campo, de familia o de estaciones. Hablan de volver como vía de escape del presente, de un mundo lleno de complejidades que no siempre tienen por qué ser necesarias. Y, por ello mismo, la banda ha conectado con su público desde esta emoción.
La vuelta al pueblo
Hoy en día, hay un retorno simbólico al campo, a lo artesanal. Muchas veces, este regreso es puramente emocional. Queremos reconectar con lo que sentíamos en casa de nuestros abuelos, con las canciones que oíamos sin entender, con otra forma de vida.
Esta vuelta la hemos podido ver en el escenario que envuelve el episodio. Revenga de Muñó, pueblo en el que los miembros de El Nido han vivido tantas experiencias, acoge Acordes Rurales en un episodio en el que puede haber melancolía, pero no estancamiento. Se presenta una propuesta que se usa la tradición y el folk como brújula para crear un ahora, un reflejo de ver todo ello en el presente.
Aunque tendamos a añorar el hogar, sabemos que no se puede volver nunca al pasado. Pero quizás, la vuelta sensorial pueda transmitirnos algo positivo. Tal vez sólo baste una canción, una voz o un ritmo para volver a nuestro nido.